- romeriv
- 4 ago
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El interés de la revisión radica en que tanto el lenguaje como la música comparten elementos cognitivos comunes, como la percepción del tono, ritmo y la memoria auditiva, y podrían involucrar mecanismos neuronales similares.
Este artículo ofrece una revisión integrativa y sistemática de investigaciones sobre la relación entre la música y el lenguaje en personas con Síndrome de Williams. Para ello, se identificaron ocho estudios que exploran cómo ciertas dimensiones musicales se relacionan con habilidades lingüísticas, memoria verbal y procesamiento emocional.
Uno de los estudios pioneros analizados fue el de Don et al. (1999), que investigó si las habilidades musicales básicas como la percepción de tonos y ritmos se correlacionan con habilidades verbales en niños con Síndrome de Williams (SW). Los resultados mostraron que estos niños, sin entrenamiento musical previo, mostraban un desempeño musical mayor al esperado según su coeficiente intelectual, y se observaron correlaciones moderadas entre habilidades musicales y verbales, especialmente en aspectos como la atención auditiva y la memoria de trabajo, aunque no en la fluidez verbal. Este estudio sugiere que las habilidades musicales podrían estar conservadas o incluso ser un punto fuerte relativo en el SW, y que podrían influir positivamente en la cognición verbal.
Otros estudios se centraron en la relación entre la discriminación del tono musical y las habilidades prosódicas del lenguaje. La prosodia, que incluye elementos como la entonación, el acento y el ritmo en el habla, es fundamental para la comprensión y producción lingüística. Martínez-Castilla y Sotillo (2014) encontraron una correlación significativa entre la capacidad para discriminar tonos musicales y la comprensión de la prosodia en palabras aisladas en personas con SW. Sin embargo, esta correlación no se extendía a oraciones completas, donde la prosodia también involucra parámetros como la duración y el volumen. Otro estudio de la misma autora mostró que la práctica musical mejora la comprensión prosódica, especialmente en lo que respecta a la entonación, en personas con SW.
El impacto de la práctica musical en la memoria verbal fue otro tema destacado en dos estudios. Martens et al. (2011) y Dunning et al. (2015) evaluaron si las lecciones musicales podían mejorar la memoria de oraciones cantadas en personas con SW. Ambos estudios concluyeron que la práctica musical formal favorece la memoria verbal, aunque con matices. En el primero, la mejora se notó solo en tareas de reconocimiento y no en tareas de recuerdo inmediato. En el segundo, que introdujo una melodía original en lugar de una conocida, los beneficios se observaron tanto en condiciones cantadas como habladas, lo que sugiere que las nuevas melodías también pueden facilitar la codificación de información verbal en estos individuos.
En cuanto al procesamiento emocional, las personas con SW muestran una sensibilidad atípica hacia las emociones, con una tendencia a identificar mejor las emociones positivas que las negativas, tanto en estímulos vocales como musicales. Heaton et al. (2020) mostraron que estas personas son más precisas al identificar emociones vocales que emociones transmitidas por música instrumental, aunque en ambos casos tienen dificultad con emociones negativas como la tristeza o el miedo. Ng et al. (2013) estudiaron la relación entre la expresividad emocional musical y las habilidades lingüísticas, encontrando una correlación inversa en personas con SW: cuanto mayor su respuesta emocional ante la música, menor su competencia verbal, patrón opuesto al observado en personas con desarrollo típico. Estos resultados sugieren una organización cognitiva emocional y verbal distintiva en el SW, donde la música podría ser una vía de acceso emocional alternativa o complementaria al lenguaje.
Desde una perspectiva metodológica, los estudios revisados presentan limitaciones comunes como tamaños muestrales reducidos, diagnóstico de SW no siempre estandarizado, y escasa evaluación sistemática de factores relevantes como la sensibilidad auditiva o la historia musical de los participantes.
En conjunto, los hallazgos revisados apoyan la idea de que existe una relación significativa entre ciertos aspectos de la cognición musical y habilidades lingüísticas en el SW, especialmente en áreas como la prosodia y la memoria verbal. También se destaca el potencial terapéutico de la música en este síndrome, ya que podría contribuir a mejorar la comprensión prosódica y la retención verbal. Sin embargo, la relación causal entre la práctica musical y mejoras lingüísticas aún no está clara, y se necesita más investigación que pueda clarificar esta incógnita.
Autores: Jeremy Villatte, Agnès Lacroix, Laure Ibernon, Christelle Declerq, Amandine Hippolyte, Guillaume Vivier, Nathalie Marec-Breton.
Referencia bibliográfica: Villatte, J., Lacroix, A., Ibernon, L., Declerq, C., Hippolyte, A., Vivier, G., & Marec-Breton, N. (2025). Music and Language in Williams Syndrome: An Integrative and Systematic Mini-Review. Behavioral Sciences, 15(5), 595. https://doi.org/10.3390/bs15050595
Información resumida por Marta Almería Morena. Editada y subida por Carlos Romero Rivas.
